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Aromaterapia: ancestral, científica e intuitiva


Mi amor y conexión por las plantas me lleva a un viaje constante por la naturaleza... así fue como en Japón conocí el shinrin-yoku que fue el nexo de conexión de todo: medicina occidental, medicina tradicional china y Kampo, plantas medicinales, crecimiento personal... Nuestra unión con la Naturaleza, nuestra salud, nuestra evolución. Y los aceites esenciales son claves en este viaje de vuelta a nuestro hogar, tanto por sus propiedades como porque con una sola inhalación te permiten viajar a lo más recóndito de tu ser, al más profundo bosque. No desestimemos nuestro olfato, es un sentido maravilloso y una autopista hacia nuestra esencia.

Los aceites esenciales, la aromaterapia, llegaron a mi cuando mi madre nos acompañaba por la noche, a mi hermana y a mi, con lavanda e hisopo para calmar el estrés del día. El sueño era reparador. Ahí empezó este viaje que aun sigue, aprendiendo y sorprendiéndome cada día más. En este post, te invito a que me acompañes por el apasionante universo de los aceites esenciales, concretamente:

  • Diferencias entre aromaterapia y fitoterapia

  • El origen de los aceites esenciales

  • El primer aceite esencial del mundo

  • ¿Qué es un aceite esencial?

  • Obtención de los aceites esenciales

  • ¿Qué contiene los aceites esenciales?

  • ¿De qué parte de la planta se obtienen los aceites esenciales?

  • Imprescindible: el quimiotipo

  • ¿Cómo sé que mi aceite esencial es de calidad?

  • ¿Hay estudios que prueban su eficacia?

  • Vias de administración

  • Check list para un aceite esencial de calidad

  • Precauciones en el uso de los aceites esenciales

  • ¿Los aceites esenciales son medicamentos?

  • ¿Tienen restricciones o contraindicaciones?

  • ¿Son tóxicos? ¿Tienen efectos secundarios?



La aromaterapia es la ciencia que estudia tanto los efectos físicos como psicológicos que se producen en el organismo gracias a la aplicación por distintas vías de los aceites esenciales (A.E). Es el arte de cuidar y tratar mediante A.E: una “superfitoterapia”. Tenemos que diferenciarla de otras prácticas: cuando los A.E se usan en el campo de la belleza y el bienestar sin finalidad terapéutica, el término adecuado es aromatología. Y cuando sólo nos interesa su olor, aromacología.


¿Qué diferencia hay entre aromaterapia y fitoterapia?

La fitoterapia es la medicina mediante las plantas medicinales en forma de infusiones, jarabes, macerados, plantas frescas, decocciones, extractos, tinturas… En este caso, "sólo" usamos la parte de la planta soluble en agua, alcohol o glicerina. En cambio, como hemos visto, la aromaterapia usa la parte volátil de la planta. En conclusión, es una rama de la fitoterapia mucho más potente, más concentrada, y por tanto, en algunas patologías nos interesa más usar aceites esenciales que la planta en sí. Depende de nuestro objetivo terapéutico.

Por tanto, no podemos comparar el extracto de una planta (en cápsulas, por ejemplo) con su aceite esencial. Hay algunas partes de la planta que son totalmente inofensivas en una infusión o en cápsulas, pero en aceite esencial serían extremadamente tóxicas. Esto nos lleva al siguiente punto: es muy importante distinguir las diferentes partes de la planta que se han usado ya que sus propiedades, siendo una misma planta, pueden cambiar o incluso volverse contrarias.


El origen de los aceites esenciales

Como era de esperar, si incluyo la aromaterapia en mi arsenal terapéutico y os hablo de ella, es porque proviene de nuestras compañeras inseparables de evolución: las plantas. Y porque he comprobado que, además de las múltiples propiedades terapéuticas, son una vía directa con la Naturaleza. Pero vamos a ir poco a poco, primero entendamos por qué hay aceites esenciales. Las plantas generan A.E de forma natural mediante su metabolismo para sobrevivir: no pueden moverse así que necesitan una protección eficaz antibiótica, solar, contra depredadores... y, a la vez, atraer a polinizadores.

Para que nos lo imaginemos de forma fácil: los aceites esenciales son el alma de la planta, su esencia más profunda. Por tanto, en el A.E se condensan todas sus propiedades y por eso son tan efectivos. No es lo mismo una infusión de lavanda angustifolia que el A.E de lavanda angustifolia.


A día de hoy, ya hemos confirmado científicamente las propiedades terapéuticas de estos aceites en múltiples estudios y conocemos aun mejor que nuestros ancestros sus dosis, toxicidad (si tienen), la mejor vía de administración… Además, gracias a la tecnología actual, el A.E que obtenemos aun es de mejor calidad. Por tanto, si ya tienes algún A.E en casa, a esta altura puedes darte cuenta del poder que tienes en tus manos. Te invito a que sigas profundizando en este apasionante viaje.


El primer aceite esencial del mundo

La medicina más antigua del mundo es la de las plantas, esto es un echo indiscutible. Hemos evolucionado y evolucionamos con ellas, nos alimentan y nos sanan, pero si no las entendemos ni respetamos, nos pueden matar. Por suerte, la capacidad tóxica de las plantas es casi nula (las “intoxicaciones” suelen ser síntomas leves, la mayoría digestivos) pero de unas pocas provienen los venenos más letales. Y aun así, la humanidad ha sabido usarlas a su favor. Por ejemplo, la digital o la belladona.

La aromaterapia, con su complejidad, se remonta también miles de años atrás. Encontramos un alambique del 5000 a.c en Asia que nos hace intuir que en esa época por la zona ya se destilaban A.E. En Egipto, los A.E era esenciales para embalsamar hace 6000 años: Cedro del Líbano, nardo, incienso, mirra, canela… Estos aceites esenciales están mencionados en los papiros médicos y en el testimonio de las tradiciones cotidianas de la época. 3250 años después del entierro de Tutankamon, las resinas de incienso descubiertas de su tumba exhalaban aún su perfume.

El inicio de los aceites esenciales muy probablemente fue en el mundo de la perfumería ya que lo único que podía llamar la atención de estos compuestos era su aroma pues no disponíamos de tecnología para definir su composición y entender que podían ser terapéuticos. Poco a poco, la medicina avanzó y un médico árabe llamado Avicena destiló el primer aceite esencial puro.

Los árabes fueron los que nos trajeron las especias de Asia y poco después iniciaron su cultivo. Ellos nos enseñaron a ver medicina en el alimento: miel, dátiles, alcachofas… Y llevaron la fitoterapia más allá de las infusiones y aplicaciones clásicas: inventaron el láudano (bebida antiálgica, a base de opio, especias y alcohol). En este contexto, Avicena (es para la medicina árabe lo que Hipócrates para la griega) perfeccionó el alambique y las técnicas, y destiló el primer aceite esencial puro del mundo: un pequeño frasco de aceite de rosa. A partir de entonces, la aromaterapia pasó a integrar el arsenal terapéutico de su medicina.


En Europa, tuvimos que esperar un poco más que el mundo para descubrir la aromaterapia “gracias” a las cruzadas que nos trajeron, probablemente como único punto positivo, intercambios culturales y comerciales de todo el mundo. Entre ellos estaban los aceites esenciales y sus propiedades terapéuticas que calaron muy hondo en Europa hasta tal punto que en la Edad Media, al farmacéutico se lo conocía como aromaterii.

La edad de oro de los aceites esenciales y de su madre, la fitoterapia, acabó cuando aparecieron los medicamentos de síntesis. Pese a que la mayoría de estos eran sintetizados a partir de plantas, se suponía que su eficacia era tan alta que podrían curar cualquier enfermedad y la población, la medicina y la ciencia, relegaron a las plantas medicinales, su origen, al papel que tienen ahora en la mayoría de hogares: infusiones sueltas, perfumes para el hogar.


Aún así, en el siglo XX los A.E se desempolvan de la biblioteca de la humanidad cuando René - Maurice Gattefossé, químico perfumista, se quemó la mano en su laboratorio y de forma instintiva la sumergió en un recipiente que contenía aceite esencial de lavanda. El alivio fue instantáneo. Muy sorprendido, René inventó en 1928 la palabra “aromaterapia” e inició múltiples investigaciones que inspiraron a muchos químicos, médicos y farmacéuticos. Por ejemplo, el Dr. Valnet era cirujano militar y curó muchos heridos gracias a las propiedades antisépticas de los aceites esenciales. En los años 70, la aromaterapia da un gran paso cuando Pierre Franchomme descubre los quimiotipos y da así base científica a la aromaterapia moderna.


Podemos entender que, en pleno siglo XXI, disponemos de una aromaterapia más enfocada, precisa, eficaz y con menos riesgos que siglos atrás. Sólo tenemos que aprender a usarla.


¿Qué es un aceite esencial?

La fracción olorosa volátil extraída de un vegetal. Efectivamente, cuando pelas una mandarina y huele a mandarina estás disfrutando de su aceite esencial. Por tanto, el A.E es el perfume concreto de la planta y se puede extraer de sus hojas, flores, corteza, madera, piel, semillas, bayas, bulbo… Por tanto, muy importante que quede claro: los aceites esenciales no se sintetizan en el laboratorio ni se adulteran nunca.

El A.E es líquido y oleoso pero, a diferencia de los aceites vegetales, no graso y se evapora muy fácilmente (así que siempre mantenerlos bien tapados). El aspecto de los diferentes A.E varía: los de mirra e incienso son muy oscuros, por ejemplo, mientras que el de bergamota es verde pálido y el de camomila alemana, azul.

Si los pones en agua verás que flotan ya que son menos densos. Esto permite separarlos fácilmente. En cambio, son solubles en alcohol y grasas.


Obtención de los aceites esenciales

Para obtener un aceite esencial, estos pasan por muchos procesos:

1. Crecimiento y recolección de plantas aromáticas en cultivos o salvajes.

2. Selección del órgano productor de la planta del que queramos extraer el aceite.

3. Obtención de los aceites esenciales de distintas maneras:


- Destilación al vapor de agua: es la forma más frecuente. Se aprovecha que los AE son volátiles para su extracción. Mediante agua poco o nada calcárea (para evitar el uso de desincrustantes), en un alambique de acero inoxidable, con gran control de la temperatura y a baja presión (las altas presiones producen oxidaciones que incluso pueden cambiar el color del aceite esencial) el vapor de agua pasa sobre la planta y se carga de las sustancias volátiles de AE. Al enfriarse posteriormente, el vapor condensa y los aceites esenciales se separan, quedando flotando sobre la superficie del agua. Se recuperan por simple decantación.


Como puedes imaginar, el tiempo de destilación depende de la planta tratada: 1h para el lavandín, 4h para el clavo... Ojo: para aumentar la producción, en la industria se suele destilar a alta temperatura para hacerlo en menos tiempo y luego se tienen que rectificar los aceites esenciales: se vuelven a destilar para retirar los compuestos no deseables debidos a un punto de ebullición más elevado. Así en la industria se obtienen aceites esenciales sin color, con olor descafeinado, con mayores efectos nocivos y con propiedades que no podemos prever. Por ejemplo, un AE de eucalipto en estas condiciones puede tener un 80% de eucaliptol con lo que será mucho más irritante para las vías respiratorias que el AE de destilación completa que tendrá sólo un 60%.


- Presión en frío: sólo se puede hacer con los cítricos como la naranja. Consiste en romper mecánicamente las vacuolas de esencia de las cáscaras frescas para recoger la esencia: es decir, apretarlas. Esto es lo mismo que sucede cuando pelamos un limón o una mandarina y salpica, moja las manos… Los A.E obtenidos de esta forma se llaman esencia, no aceite esencial.


Otros métodos:

- Percolación o hidrodifusión: consiste en hacer pasar el vapor de agua de arriba a abajo. Es más rápido y da mejor calidad a las sustancias aromáticas pero carga los aceites esenciales de sustancias no volátiles. Al producto lo llamamos esencia de percolación.

- Extracción con dióxido de carbono (CO2): mediante una corriente de CO2 a alta presión se rompen las vacuolas de esencia y se arrastran las sustancias aromáticas.

- Extracción de fragancia (enfleurage): se suele hacer sólo en las flores que tienen muy poca esencia como el jazmín o la mimosa. Se ponen los pétalos en contacto con grasas absorbentes hasta que estas se saturan de esencia. Así obtenemos pomadas o, si se disuelve en alcohol, absoluto puro.

- Por disolución: se extraen las esencias con ayuda de disolventes volátiles como el benceno. Se disuelven los “cementos” de flores y hojas obtenidos en alcohol y se evaporan obteniendo absolutos. Aproximadamente, contienen un 2-3% de disolventes residuales por lo que sólo se usa este método en perfumería, no en tratamientos terapéuticos.


4. Almacenamiento y conservación: los A.E obtenidos se almacenan en cubas herméticas estables en bodega fresca. Luego se embotellan en frascos de vidrio opaco marrón o azul, resguardados de la luz y el oxígeno.


¿Qué contienen los aceites esenciales?

Cada aceite esencial contiene más de 200 sustancias activas distintas y es el conjunto de ellas lo que les confiere sus propiedades, no sólo un principio activo determinado. Si toleramos tan bien los A.E es gracias a este conjunto de sustancias, si sólo tuviéramos contacto con el principio activo (como pasa con los fármacos) nos producirían los conocidos efectos adversos o secundarios.

Concretamente, si nos ponemos las gafas de la química, las moléculas aromáticas a las que nos referimos se forman en la planta por dos vías metabólicas:

- Vía de los terpenoides: que es la más frecuente.

- Vía de los fenilpropanoides

Así se crean 7 grandes familias bioquímicas que tendrán propiedades en común y otras muy distintas. Vamos a verlas de forma simplificada porque nos ayudaran a entender sus propiedades:


1. Alcoholes:

Fenoles aromáticos: son irritantes para la piel y antiinfecciosos muy potentes. Ej: Tomillo (Thymus vulgaris CT thymol o carvacrol) y el orégano (Origanum compactum)

Alcoholes terpénicos o terpenoles: antiinfecciosos, neurotónicos y moduladores inmunitarios. Ej: Tomillo (thymus vulgaris CT linalol o thuyanol) y el árbol del té (Melaleuca alternifolia).

Alcoholes sesquiterpénicos o sesquiterpenoles y diterpenoles: descongestionantes venosos y linfáticos. Ej: flor de (citrus aurantium) y (melaleuca quinquenervia CT cineole).

2. Aldehídos:

Aromáticos: como los alcoholes terpénicos, son grandes antiinfecciosos, pero estan prohibidos en menores de 5 años. Ej: (cinnamomum verum) y (melaleuca quinquenervia CT cineole).

Terpénicos: son calmantes y antiinflamatorios. Ej: (pelargonium x asperum) y (eucaliptus citriodora).

3. Óxidos terpénicos: grandes expectorantes y antivíricos pero contraindicados en embarazo y lactantes. Mucho cuidado porque el 1,8 cineole sintético o de aceites esenciales de baja calidad puede provocar broncoespasmo en pacientes asmáticos porque irrita las vías respiratorias. Ej: melaleuca quinquenervia y rosmarinus officianalis CT cineole.

4. Cetonas / lactonas:

Cetonas: con mucho cuidado, ya que son neurotóxicas y abortivas. Por tanto, prohibido su uso en embarazo, lactantes, bebés y personas ancianas con un sistema nervioso frágil. Ej: Rosmarinus officinalis CT verbenona, Helichrysum italicum ssp serotinum, Salvia officinalis, thuya occidentalis, Rosmarinus officinalis CT alcanfor.

Lactonas: no tienen toxicidad y se usan en caso de bronquitis. Ej: laurus nobilis, inula graveolense

5. Ésteres: tienen grandes propiedades antiespasmódicas y sedativas. Se pueden usar sobre la piel sin peligro de irritación. Su toxicidad es casi nula. Ej: helicrysum italicum, laurus nobilis, lavandula angustifolia, canonga odorata, citrus reticulata (hoja)

6. Terpenos / sesquiterpenos:

Terpenos: tienen una actividad parecida a la cortisona, descongestiona las vías respiratorias y linfáticas. Suelen ser irritantes sobre la piel. Ej: melaleuca alternifolia, rosmarinus officinalis, pinus sylvestris.

Sesquiterpenos: como los terpenos pero no son irritantes sobre la piel y tienen propiedades antiinflamatorias y antialérgicas, por eso se usan en cosmética. Ej: matricaria recutita, cananga odorata, canabis sativa.

7. Éteres: gran actividad analgésica y antiespasmódica. Ej: ocimum basilium var.Basilicum, pinus ponderosa, pimpinella ansium, illicium verum.


¿De que parte de la planta se obtienen los aceites esenciales?

Sólo ciertas partes de las plantas producen los aceites esenciales que queremos e incluso dependiendo de la parte usada, el nombre del A.E cambia. Por ejemplo, el aceite de naranjo amargo (Citrus aurantium var. amara): si el A.E proviene de las hojas se llama petitgrain bigarade; si es de las flores, aceite de neroli; si es de la piel de sus frutos, esencia de naranja amarga.


Imprescindible: el quimiotipo.

Las plantas se adaptan a su entorno de una forma magistral. Por tanto, dependiendo del clima, la altitud, el tipo de tierra, etc. una misma especie vegetal puede presentar diferentes aceites esenciales desde un punto de vista químico. Cada aceite esencial tendrá un conjunto diferente de moléculas aromáticas: es lo que llamamos quimiotipo.

La lavanda officinalis no es la lavanda latifolia. Los adjetivos que complementan el nombre del aceite esencial son indispensables y es lo que nos informa del quimiotipo. La composición de las distintas variedades de un aceite esencial está en función de su lugar de crecimiento, la exposición al sol, el clima, la composición del suelo, la altitud… Y en función de la composición tendremos diferentes propiedades terapéuticas. Por lo tanto, el quimiotipo es el DNI del aceite esencial y nos informa sobre sus propiedades.


Por ejemplo: el tomillo (thymus vulgaris). Tenemos 3 quimiotipos (CT) diferentes:

- Thymus vulgaris CT linalol: antimicrobiano, bactericida, fungicida. Neurotónico, utero tónico y afrodisíaco.

- Thymus vulgaris CT thymol: antibacteriano, antivírico y antiparasitario, fungicida. A nivel cutáneo es un cáustico. A dosis elevadas y prolongadas es hepatotóxico.

- Thymus vulgaris CT thuyanol: bactericida, antiviral y fungicida. Inmunoestimulante, regenerador hepático y neurotónico.

Hemos comprobado que los diferentes quimiotipos de la misma especie presentan unas propiedades terapéuticas y tóxicas diferentes. Ahora entendemos porque es tan importante que sepamos cuando compramos un aceite esencial su quimiotipo exacto. Muy importante es, también, tener claro para qué quiero yo ese aceite: en el caso del tomillo, si yo quiero una propiedad inmunoestimulante, elegiré el frasco con su nombre en latín (Thymus vulgaris) y el quimiotipo thuyanol: Thymus vulgaris CT thuyanol. En cambio, si quiero usar el tomillo a nivel de cosmética, es muy importante que no ponga en mis preparaciones el quimiotipo thymol ya que es abrasivo para la piel.


¿Cómo sé que mi aceite esencial es de calidad?

Comprobando su quimiotipo. ¿Cómo? Hemos visto que los aceites esenciales contienen centenares de componentes distintos. Pues bien, cada uno de ellos tiene un perfil bioquímico concreto que se puede detectar en el laboratorio. Por eso, cuando un aceite esencial es destilado por una empresa de calidad, ésta le hace un cromatograma.

La cromatografía gaseosa permite conocer las diferentes moléculas aromáticas y el espectómetro de masas cuantifica cada una de las moléculas para obtener la composición precisa del aceite esencial. En un papel se materializan todos los picos correspondientes a cada uno de los componentes del aceite esencial. Así, los especialistas en aceites esenciales identificamos rápidamente la familia del A.E y comparando el cromatograma con uno puro, podemos comprobar que realmente es un aceite esencial de calidad. Por tanto, el cromatograma nos da la composición exacta del aceite esencial.

Si tenéis dudas, pedid a la empresa que ha producido vuestro A.E el cromatograma y comparadlo con uno puro. Comprobareis si en vuestras manos tenéis un A.E de calidad, por tanto eficaz y seguro.

Cromatograma de la tesis doctoral de la dra. Maria Pilar Pérez Galindo, Facultad de Farmacología de Granada

¿Hay estudios que prueban la eficacia de los aceites esenciales?

Ya lo hemos adelantado antes, sí. Cerca de 10.000 y subiendo. Pero España es uno de los países donde los médicos menos conocen la aromaterapia. En cambio, hace ya años que en Gran Bretaña, Estados Unidos, México… se han realizado y se realizan estudios sorprendentes a nivel hospitalario que demuestran la eficacia de los aceites esenciales.

Por ejemplo, un estudio observó que pulverizando aceite esencial de naranja (Citrus sinensis) en la sala de espera del dentista ayuda a relajar a los pacientes. En otro, se observó mediante electroencefalografía que inhalar aceite esencial de lavanda aumenta la producción de ondas alfa, relajantes, en nuestro cerebro. Y el que más me gusta: en la Universidad de Manchester los estudios mostraron repetidamente que los A.E eran capaces de desinfectar totalmente una habitación incluyendo bacterias resistentes. Hay muchos más estudios publicados, sólo es cuestión de navegar por Pubmed.


Vías de administración de los aceites esenciales

Usamos varias vías en aromaterapia, elegir una u otra depende de qué aceite esencial usamos y para qué lo usamos.

- Vía inhalatoria: mediante difusores en seco o ultrasónicos. También en vahos, spray, baño...

- Cutánea: directamente o diluido en aceite vegetal, depende del aceite. Podemos usar un roll on.

- Sublingual: mezclamos el AE con un aceite vegetal, miel o un poco de azúcar de coco y lo dejamos bajo la lengua.

- Oral: en cápsulas.

- Vaginal o rectal: óvulos o supositorios.


Check list para un aceite esencial de calidad

Por todo esto es tan importante que los aceites esenciales que adquiramos y usemos cumplan la siguiente check list:

- Especie botánica exacta (nombre completo en latín)

- Producción ecológica, sostenible y cruelty free (no siempre es posible por su naturaleza)

- Que especifique el órgano productor (la parte de la planta de la que proviene)

- Que conste en el envase la especificidad bioquímica o quimiotipo

- Que conste en el envase el método de extracción

- Que sea un frasco de cristal pequeño y oscuro de cierre hermético

- Que el productor nos proporcione el cromatograma si lo solicitamos


Hay "aceites esenciales" falsos que se usan simplemente como perfume, generalmente, muy baratos. El aceite esencial o es 100% natural o no nos interesa. Si tienes un frasco de aceite esencial sintético te aconsejo que te deshagas de él ya que son tantas las sustancias tóxicas que se usan en su síntesis que no son seguros ni para limpiar ni para perfumar: BTH, oxibenzona-benzopnona-3, polisorbato-20, aromas artificiales… Reconocerás el aceite falso porque en el etiquetado pone “aceite perfumado”, “aceite oloroso” o “mezcla a base de aceites esenciales”.


Precauciones en el uso de los aceites esenciales

- Elegir un aceite esencial 100% natural, quimiotipado y con cromatograma.

- Si un libro, folleto o profesional te recomienda un aceite esencial sin especificar su nombre en latín, desconfía.

- Pide consejo siempre antes de usar un aceite esencial a un especialista en aromaterapia. Algunos profesionales de la salud, debido al desconocimiento, puede aconsejar un aceite esencial no adecuado.

- Nunca reemplaces un tratamiento médico por aromaterapia por tu cuenta. Recuerda que hacemos medicina INTEGRATIVA, no alternativa.

- Evitar el contacto de los aceites esenciales puros con la piel y las mucosas (con algunas excepciones). En caso de accidente, retirar con un aceite vegetal, no con agua.

- Almacenar los aceites esenciales en frascos pequeños de cristal oscuros, entre 5º-40º, cerrados herméticamente. Así se conservan hasta 15 años (excepto los cítricos, que caducan a los 3 años).

- Conservarlos en un lugar seco, fresco, protegidos de la luz: una caja de madera lejos de cualquier fuente de calor es ideal.

- Los aceites esenciales son inflamables.

- Mantenlos fuera del alcance de niños y mascotas.

- Antes de usar un A.E, hacer una prueba de alergia: una gota de A.E en un poco de aceite vegetal y aplicar en la muñeca. Esperar 15-20 min para comprobar que no se produce ninguna reacción alérgica. Cuando los A.E son de calidad es muy raro que se produzcan, en cambio es propio de aceites de baja calidad por los residuos que llevan.

- Evitar la exposición solar 8h después de aplicar en la piel una esencia cítrica ya que son fotosensibilizantes.

- En caso de menstruación, embarazo, lactancia y en niños, tener en cuenta las precauciones específicas y consultar a un profesional cualificado.


¿Los aceites esenciales son medicamentos?

Sin duda. Otra cosa es que no estén regulados como tal pero curan o previenen muchas afecciones, que es la definición de medicamento. Esto nos tiene que hacer reflexionar sobre el valor y la potencia de nuestros A.E y, por tanto, tomar conciencia de que hay que usarlos de forma racional y, si tienes dudas, preguntar siempre a un profesional de la salud. Ya verás que poco a poco te vas haciendo autónoma en su uso.


¿Tienen restricciones o contraindicaciones?

Teniendo en cuenta el punto anterior, es fácil deducir que sí. Vamos a intentar de ahora en adelante verlos como medicamentos y esto simplificará su buen uso. ¿Verdad que no podemos tomar ibuprofeno si tenemos alergia a este o estamos embarazadas? Pues aquí van a grandes rasgos las precauciones (recuerda preguntar si tu caso está en la lista y tienes dudas):

  • Embarazadas: PROHIBIDO el uso de aceites esenciales en el PRIMER TRIMESTRE.

  • Lactancia: sólo tenemos unos pocos A.E autorizados ya que estos se absorben a través de la piel, circulan por la sangre materna y llegan a la leche materna. Por tanto, al bebé.

  • Niños: PRECAUCIÓN, la mayoría de aceites esenciales están prohibidos en los menores de 6 años ya que podrían provocar problemas nerviosos. Por eso, usaremos formulaciones específicas para ellos.

  • En tratamiento: hipotiroidismo, hipertiroidismo, diabetes… Siempre preguntad el caso concreto, hay aceites totalmente inocuos y otros que la medicación interacciona con ellos.

  • Epilépticos: evitar el aceite esencial de hinojo, hisopo, romero alcanfor o verbenona y salvia.

  • No prolongues el tratamiento más de 3 semanas, ni siquiera a pequeñas dosis. Consulta.

  • Nunca un aceite esencial se administra por vía intravenosa, intramuscular ni ocular.

  • Si tomas homeopatía, sepárala en tiempo de los aceites esenciales.

  • No utilices el primer aceite esencial que encuentres sin conocerlo o que hayas oído en redes, en una revista cualquiera… Recuerda, los consideramos como medicamentos. ¿A que no te tomarías una pastilla de la farmacia al tuntún?


¿Son tóxicos? ¿Tienen efectos secundarios?

La verdad es que nos fundamentamos en la teoría ya que no conozco a nadie que haya muerto por la toma de un aceite esencial ni tampoco hay casos documentados. Pero 1g de lavanda puede producir somnolencia, 2g de hisopo una crisis epiléptica y 2 cucharaditas de aceite esencial de salvia podrían matar. Las plantas son naturales, hemos evolucionado con ellas, pero eso no significa que sean inocuas. Ahí está la gracia, los efectos positivos que nos producen y, por tanto, también puede haber negativos. Por eso es muy importante insistir en la posología, 1 gota de A.E es una gota, ni 2 ni 3. Una. ¿Verdad que no te tomarías 4 pastillas al día de antibiótico aunque te prescriba 2 porque así hará más efecto?

Un tema aparte es la alergia, que no podemos prever y puede surgir con cualquier compuesto: alimento, planta, ambiente, medicamento o aceite esencial. Si eres alérgico a la planta, lógicamente no la tomes ni como aceite esencial.

A veces, hay personas con la piel muy sensible que algún aceite esencial les puede producir irritación. Simplemente evita el contacto directo.


Los aceites esenciales, cuando son prescritos por un profesional competente, cuando se conocen, no presentan ningún riesgo de toxicidad y son muy fáciles de usar. Pero tengamos la precaución de guardarlos fuera del alcance de los niños y mascotas por todo lo explicado anteriormente. Y si tienes dudas, pregunta.


Deseo que este post te ayude a familiarizarte mejor con los aceites esenciales y que haya despejado algunas de tus dudas. Habrá mas post donde profundizaré en aspectos concretos de algunos A.E. ¡Muchas gracias por leerme! Nos encontramos muy pronto 🤗

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