
KOOMO
Salud, Integración y Evolución

DRA. MONTSERRAT ROYO VIDAL
Biofilia, una palabra fascinante que resume nuestra necesidad de vivir en la Naturaleza y que es la clave para entender porqué las enfermedades prevenibles son la principal causa de mortalidad actualmente en Occidente, pues nos hemos alejado de ella.
Aun habiendo estudiado medicina y especializándome en medicina familiar y comunitaria no encontré la respuesta a este aumento de enfermedades crónicas como la diabetes, la hipertensión, el cáncer, la obesidad… entre los libros más allá de la frase: causados por los malos hábitos de vida. Y aun así, jamás escuché de forma clara cuáles son los que se suponen buenos hábitos de vida: el tipo de ejercicio, el tipo de alimentación, si el descanso importa o no… A nosotros, los profesionales de la salud con más peso en la sociedad y concretamente l@s médic@s de familia, que tradicionalmente somos el primer contacto de las personas con la medicina y a quienes se nos presuponen actividades de medicina preventiva.
La respuesta sí la encontramos en la Medicina Tradicional China (MTC), con 5.000 años de historia, con una efectividad innegable que incluso ahora la ciencia corrobora y la Organización Mundial de la Salud avala. “El mejor médico es el que menos pacientes tiene”, esta frase es un resumen de hacia adónde apunta la MTC, un sistema que engloba el ser humano como mente - cuerpo - epíritu en armonía con el macrocosmos según los principios del Yin - Yang y la Teoría de los 5 Elementos. Una medicina que ha perdurado tantos años creando salud aún en la actualidad y que se ha completado con nuestra medicina Occidental de alta tecnología capaz de resolver enfermedades que hace menos de 100 años mataban a miles de personas, es la medicina del siglo XXI.
Ser capaces de integrar el conocimiento de tantos miles de años en nuestra consulta, basado en la observación de nuestra evolución y nuestro entorno, nos capacita de herramientas para que las personas aprendan a crear por sí mismas su propia salud: empoderar a la persona. Y traslada al/la médico/a occidental a una posición de intervencionismo directo sobre enfermedades graves. Por ejemplo, operar una apendicitis, tratar con antibióticos una neumonía, reanimar un paciente en shock o el tratamiento del cáncer, entre otros.
El tratamiento de este tipo de enfermedades graves lo conocemos y es una irresponsabilidad dar la espalda a eso. Pero también es una irresponsabilidad no devolver el poder a las personas para que decidan sobre su salud, sobre su vida, enseñándoles cuáles son las mejores decisiones para nuestra biología que nos protegerán de enfermedades prevenibles. Tal y como pautamos un antibiótico, podemos pautar el tipo de ejercicio físico, la alimentación… explicar a la persona cuales son los biorritmos del cuerpo para que los considere, hacer entender a la población que enfermedades como la diabetes mellitus tipo dos puede ser reversible con la alimentación adecuada.
La ciencia avanza pero lo hace poco a poco: a medida que se hacen preguntas, obtenemos respuestas. La MTC ha funcionado y funciona, ahoras nos hacemos preguntas y poco a poco la ciencia las confirma. Pero si no queremos fijarnos en la MTC, simplemente tomemos su misma lógica: ¿cómo es nuestro cuerpo? El mismo que hace 20.000 años, más o menos, enzima arriba o abajo, con una alimentación que ha cambiado 180º en 100 años. Nuestro cuerpo está adaptado a una vida en la Naturaleza y responde a esos estímulos: el frío, el sol, los olores, los sabores, el movimiento… Si se los quitamos porque nos encerramos de forma voluntaria en cajas de cemento y nos movemos en cápsulas con ruedas… Nuestro cerebro, nuestro cuerpo, se queda sordo y ciego. Cuando ignoramos cada señal en forma de dolor o cambio en él, que ni percibimos porque no nos observamos más allá del pelo en el espejo o de nuestra talla de cintura, lo hacemos mudo. ¿Cómo puede un organismo no enfermar si le damos el alimento que no le corresponde, le evitamos el movimiento para el que los músculos están creados, lo forzamos a posturas rígidas durante horas, nos exigimos una concentración extrema durante toda la jornada (es imposible) y lo mantenemos en situación de alerta constante aunque no hay un depredador cerca? No puede.
La cronobiología, la biofilia, la medicina forestal, la medicina evolutiva… en resumen: cuanto más en contacto con la Naturaleza estamos, más salud tenemos. Pero eso no significa simplemente pasear por la naturaleza sino recuperar la conexión con ella: los cambios de estaciones y nuestros cambios con ellas, los horarios, el ejercicio físico que nos aporta mobilidad, fuerza y resistencia para que el cuerpo sea nuestro aliado en nuestro día a día, nuestro santuario que nos acompañará toda la vida, recuperar la intuición por el alimento que nos conviene, las horas de descanso…
Pero aunque tengamos la mejor biología del mundo, el cuerpo más saludable y entrenado del mundo… si no tenemos un propósito, unos objetivos a los que dirigirnos, nuestra longevidad y felicidad se ven comprometidos. Cuando reconectamos con nosotros/as mismos/as nos encontramos y así encontramos lo que los japoneses llaman Ikigai. Teniendo en cuenta la dificultad de traducción de una palabra única, la aproximación seria “el propósito de la vida”.
Como podéis ver, tener la salud que quieres va más allá de tener determinados hábitos saludables. Te encontrarás con dificultades y tendrás que encontrar la forma de transformarlas en algo que te impulse hacia tu objetivo. Habrá días que tu mente te susurrará que para qué tanto esfuerzo. Otras veces el pensamiento furtivo “de algo hay que morir” te llegará tanto desde dentro tuyo como de personas cercanas. Desde luego, recuperando tu ritmo, reencontrandote, no serás inmortal pero te aseguro que los años de vida que tengas serán con mejor calidad y por tanto, disfrutandolos hasta el último momento. Tú decides, nadie te obliga a complicarte la vida. Pero te aseguro que salir de la zona de confort es muy gratificante.
Estoy aquí para compartir mis investigaciones contigo, para divulgar contenido de calidad, con rigor, integrando la medicina oriental con la occidental con una única finalidad: que tú seas el creador de tu salud. Que tú decidas.
Hablaremos de Nutrición, Movimiento, Reconexión con la naturaleza... de Salud. Necesitamos hacernos responsables de nuestra salud, tener la mejor información para tomar las mejores decisiones... bienvenid@s a Koomo.
LA MEDICINA DEL BOSQUE
La Naturaleza nos ofrece un espacio de salud perfecto. Estos son los recursos mayoritarios que uso en consulta.




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