I después del invierno, llega la primavera
- Mun
- 15 abr 2020
- 8 Min. de lectura
Las claves para el cambio de estación

Después de vivir el 99% de nuestro tiempo como especie al son de los ritmos naturales, a día de hoy sin reloj ni calendario estamos perdidos y desorientados. Nos hemos acostumbrado a que nos digan los horarios para desayunar, comer, merendar y cenar, dormir, despertar, trabajar, ... etc. A la vez, los años pasan según un calendario que decide cuando descansar, cuando empieza el año y cuando cambian las estaciones. De hecho, incluso nos ponen o quitan horas y días cada año para que todo cuadre. ¿Quién no se siente seguro/a con su calendario y su reloj, ahora además todo en un mismo dispositivo? Eso puede dar la falsa sensación de que nosotros controlamos el tiempo, y que cuando el ser humano dice que el 21 de marzo la estación cambia, de repente se da el deshielo y las flores tiñen los paisajes.

Pero, una vez más, soy especialista en tirar cubos de agua fría: no es así. "Para ser primavera, hace frío" típica frase que escucho estos días y, ¿sabéis qué? Me hace sonreír. La Naturaleza tiene un ritmo y este no va a cambiar porque nosotros queramos ponerle números. Ella no se somete a nuestros cálculos, a nuestras reglas. La Naturaleza simplemente fluye en sus leyes universales, algunas las empezamos a entender y otras aun nos quedan muy lejos. Pero no porque no lo entendamos, el ritmo natural está mal. De hecho, somos nosotros los que no lo respetamos y por eso hacemos cosas sin sentido como acostarnos a media noche, levantarnos cuando aún no hay sol en invierno, comer aunque no tengamos hambre y despertarnos asustados cada mañana por un despertador ruidoso. ¿Suena a tortura, verdad?
Así que aprovechando el confinamiento, te propongo un juego para recuperar la intuición por el ritmo natural. Lo más importante es entrar en la naturaleza físicamente pero sé que para la mayoría esto ahora es imposible (yo misma vivo en un piso con poca o nada luz solar directa al día, aunque ahora empieza a entrar un rayo de sol durante 2-3h en una esquina) así que vamos a darle la vuelta: ¡que la Naturaleza entre en casa!
Propuestas para sentir la Naturaleza
Para eso, vamos a empezar por sentir la estación en la que estamos. El calendario dice que el 21 de marzo cambiamos, pero la Naturaleza no entiende de números (¿os suena lo de intentar predecir el tiempo?), somos nosotros que, si queremos entenderla, tenemos que desempolvar nuestra biofilia (la explicamos en este post), con 4 propuestas:

PRIMERA/ Llevamos 4 semanas confinados... ¿has notado algún canto de pájaro nuevo, un olor dulzón de flores o puedes ver algún árbol floreciendo? Cerca del Mediterráneo, la primavera avisa de su llegada con el florecer de los almendros y el tomillo, la llegada de las golondrinas. Otras señales comunes en muchos territorios son el aumento progresivo de las horas de luz del día, la aparición de yemas en los árboles que pronto brotarán, la floración de muchas plantas y el aumento de actividad en la fauna de la zona. ¿Qué cambios has percibido a tu alrededor?

SEGUNDA/ Aprovecha para despertarte de forma natural: acuéstate sobre las 21-23h, apaga la calefacción una hora antes si es que la necesitas aún, quítate los calcetines y no pongas el despertador. Si no tienes contaminación lumínica, duerme con las persianas abiertas para que te despierte de forma natural la luz del sol pero si esto en tu caso no es posible, hay despertadores como este que ayudan. Te propongo usar el confinamiento como entrenamiento para despertar tu reloj biológico.
TERCERA/Construye un mini jardín en tu balcón con plantas multifuncionales (la caléndula, la melisa, la malva, el diente de león...), es decir, respetuosas con el ecosistema, que podamos usar como alimento y medicina, que a la vez sean útiles para la naturaleza siendo alimento para las abejas, por ejemplo. Convierte tu casa en una pequeña reserva natural. Si todos hacemos lo mismo... ¿te imaginas los pueblos y ciudades? Si tienes una terraza o un jardín (¡que suerte!) puedes incorporar un hotel de insectos y una casita para pájaros. Cada estación va a ser un festival de color y vida.

CUARTA/ Vamos a usar los aceites esenciales (toda la info antes de empezar a usarlos en este artículo) para recrear la atmósfera primaveral en casa, y de paso, desinfectarla. Te propongo las siguientes combinaciones: aveto + pino + romero, mandarina + limón + ravintsara, ravintsara + pino + menta... ¡experimenta diferentes combinaciones en tu difusor en seco o ultrasónico!
Entender la primavera
Y ahora que ya nos hemos dado cuenta de que la primavera está aquí vamos a entenderla un poquito más, para eso la visión más holística que he aprendido, sigo aprendiendo, y me ayuda a entender de forma global nuestro día a día, nuestra relación con la Naturaleza, son las medicinas ancestrales como la MTC que quiero compartir contigo. 🤗
La primavera es un nuevo comienzo, es la temporada del año para “levantarse temprano con el sol” y para “ir a caminar con brío”.
Se trata de actividades yang que reflejan la naturaleza ascendente y activa de la primavera. Para entenderlo mejor fijémonos en las plantas: van emergiendo a la superfície después de la hibernación. Los animales y específicamente los humanos, evolucionamos de la misma forma. Pasamos de un contexto de más recogimiento, de estar en casa calentitos, en familia, de épocas más meditativas y de apetencia por calditos, infusiones calentitas y comidas de cuchara, a sentirnos mucho más animad@s y con ganas de iniciar proyectos.
Gradualmente, nuestra motivación también florece en primavera. Por tanto, es un momento de crecimiento y florecimiento personal que podemos aprovechar para llevar a cabo proyectos nuevos o dar un empujón a los que ya teníamos. ¿Estás dándole vueltas a algún plan? ¿Quizá tienes algo en mente pero no te atreves a dar el paso? Este es tu momento. Vamos a planear el año, tendremos en cuenta el calendario, las horas de luz en los diferentes meses, las festividades, mínimo un día a la semana ir al bosque, nuestra siembra de objetivos para este año que recogeremos en otoño - invierno...
En cuanto a las emociones, si disfrutamos de un buen equilibrio mental, espiritual y físico, gozaremos de creatividad, dinamismo, paciencia, flexibilidad mental y capacidad de visión. En cambio, si llegamos a esta estación con una Hígado y una Vesícula Biliar saturados, podemos experimentar ira, intolerancia, agresividad, impaciencia, rigidez mental, estancamiento, frustración... ¿Os suena el dicho?
"La primavera, la sangre altera"
Por eso, la primavera con sus horas de luz y temperaturas agradables es un momento perfecto para limpiar el organismo de todo lo acumulado durante el invierno: tanto en lo físico como en lo emocional y psíquico. Según la MTC, ver el color verde de las plantas jóvenes alimenta nuestra alma a través de nuestros ojos. Confirmamos, una vez más, que la Naturaeza nos hace bien. En esta época empezamos a pasar mucho tiempo en el exterior, y sin darnos cuenta nuestro apetito disminuye y esto permite al cuerpo limpiarse a sí mismo de toxinas y residuos de forma natural, pero también de emociones que no nos hacen bien y de pensamientos tóxicos.
A nivel más físico, en esta estación tenemos que prestar especial atención al hígado y a la vesícula biliar. El hígado es, junto con el riñón, nuestro órgano depurador y ahora esta en su máxima potencia. ¿Tenemos que hacer un detox? Sí, claro. Pero el de verdad: darle al cuerpo lo que necesita para que él sólo pueda hacer la función de limpieza que tan bien sabe hacer. Por eso, la dieta primaveral es la más ligera del año con plantas tiernas, hojas verdes, germinados y preparaciones simples como el salteado o al vapor. Mientras las temperaturas sigan siendo bajitas y sintamos frío, tomaremos caldos calentitos y verdura cocinada, pero a medida que el calor se haga presente, nuestras técnicas de cocción pasarán a ser más livianas.
¿Tenemos que hacer un detox? Sí, claro. Pero el de verdad: darle al cuerpo lo que necesita para que él sólo pueda hacer la función de limpieza que tan bien sabe hacer.
Es interesante y poético, observar que la primavera es la primera estación del año y representa la juventud. Los alimentos crudos nos recuerdan esa primera etapa en la historia de la humanidad, antes del uso del fuego, en la que el ser humano tenía una elevada actividad física y generaba mucho calor por lo que necesitaba el efecto enfriador de los alimentos crudos. En medicina china se dice que todas las etapas de nuestra evolución están codificadas dentro de nosotros mismos y que en cada estación es necesario recordar esos estados biológicos más primitivos.
Pero cuidado: cuando consumimos alimentos crudos en exceso podemos debilitar nuestra digestión y provocar reacciones excesivas depuradoras. En caso de inflamación del intestino grueso, por ejemplo en una gastroenteritis, no debemos consumir alimentos crudos. Ante todo, la primera premisa es escucharnos. Escuchar a nuestro cuerpo, a nuestros pensamientos y a nuestras emociones. Si hace tiempo que me lees o vienes a consulta, habrás experimentado que a medida que tu alimentación se vuelve natural y evolutiva, sabes qué te conviene y notas cuando algún alimento no es el adecuado para ti. Es una transformación emocionante, recuperar esa conexión contigo misma. A mi me emociona cada vez.
A medida que tu alimentación se vuelve natural y evolutiva, sabes qué te conviene y notas cuando algún alimento no es el adecuado para ti
Y ya para finalizar este post sobre la primavera...
Pautas para vivir la primavera en equilibrio
Madrugar con el sol y mirar al cielo cuando nos despertemos. ¿Qué tiempo hace? ¿Qué ritmo tienen las nubes?
Dar un paseo matinal agradable por la Naturaleza: durante el confinamiento os propongo cuidar vuestro balcón/jardín/terraza, las plantas de interior, ver documentales de naturaleza o vídeos en youtube con paisajes.
Desayunar (si se desayuna) sobre las 7-9 am ya que es el horario en el que el Estómago funciona a pleno rendimiento.
Ayunar: para mi, la mejor técnica es el ayuno intermitente (14 horas de ayuno, que puede ser cena a las 19h y desayuno a las 9h). Es interesante una vez al mes, practicar un ayuno de 24h.
Alimentos de naturaleza dulce y ácida: como el boniato, vinagre de umeboshi o de manzana, chucrut, limón...
Alimentos picantes frescos: como el rábano
Verduras de hoja verde: acelgas, espinacas, lechuga, brócoli, repollo, canónigos, rúcula, espárragos, alcachofa, kale...
Tomar cada vez menos platos de naturaleza caliente e incrementar los crudos y fríos a medida que aumente la temperatura. Pronto llegan los batidos verdes y las ensaladas vitales y coloridas.
Germinar: empieza nuestro cultivo interior, en todos los sentidos.
Menor tiempo de cocción: cocinar menos al horno y más salteado, wok o al vapor.
Avena y centeno son buenos cereales para esta época cuando los consumimos.
Practicar el “hara hachi bu”
Ejercicio moderado: yoga, qi gong, pasear por la montaña/playa (durante el confinamiento nos conformaremos con las dos primeras😅).
Cenar un caldo o no cenar: por ejemplo, un caldo miso con unas hojas verdes o una crema de verduras.
Acostarse entre las 21h - 23h: entre las 24h y las 4am la vesícula biliar y el hígado están en pleno rendimiento por eso en ese horario tenemos que estar en sueño profundo. Experimentaréis un sueño mucho más reparador.
¡Y hasta aquí este post! Os quiero contar tantas cosas que es muy fácil enrollarme como una persiana y escribir sin parar. ¿Os habéis quedado con ganas de más? ¡Hacédmelo saber en comentarios! Os animo a que pongáis en práctica estos consejos, a vuestro ritmo y manera, y comentéis vuestra experiencia. Si tenéis preguntas os responderé muy gustosamente pero antes os pregunto yo: ¿Qué más cosas hacéis cuando llega la primavera? ¿Qué os pide el cuerpo?
¡Muchísimas Gracias por leerme! ¡Nos encontramos muy pronto tribu!
Mun
Bibliografía
1. Zheng L. Medicina china tradicional, Vivir sin enfermar. 1st ed. Madrid: Ediciones Oberon; 2016.
2. Pérez-Calvo Soler J. Nutrición energética y salud. 1st ed. Barcelona: Grijalbo; 2003.
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